El jueves 14 tuvo lugar una asamblea estudiantil en la Universidad Autónoma de Madrid en la que participaron más de 140 estudiantes para exigir una alternativa a los exámenes presenciales sin seguridad que las autoridades imponen en medio de un nuevo rebrote y una ola de frío.

La crisis por el plan de exámenes presenciales obligatorios en las universidades se profundiza. A pesar de los cientos de peticiones, escritos y recogidas de firmas por parte de los y las estudiantes, Ministerio, Gobiernos Autonómicos y Rectores han dejado claro que los exámenes presenciales siguen adelante.

Para plantar cara a los exámenes presenciales y luchar por una alternativa de evaluación segura, más de 140 estudiantes de la Universidad Autónoma de Madrid realizamos una asamblea online el jueves 14 impulsada por agrupaciones presentes en la universidad como Contracorriente, FEL, Sindicato de Estudiantes, Habeas Corpus, Malayerba, Doble Hélice o Cultura Crítica entre otras.

Inicialmente el debate giró en torno a las alternativas de evaluación. La mayoría de las intervenciones expresaron la necesidad de suspender los exámenes presenciales y sustituirlos por evaluaciones online -contemplándose modalidades como el examen online con materiales y apuntes- o trabajos y exposiciones. Se cuestionaron también los exámenes como medio de evaluación en sí mismo, por resultar ineficientes, clasificatorios y segregadores, tal y como plantearon FEL y Contracorriente.

Una postura alternativa se expresó desde las asociaciones Habeas Corpus, Malayerba y Doble Hélice, agrupadas en la red Acción Estudiantil Madrid impulsada por la Juventud Comunista. Según su punto de vista se trata de luchar por exámenes presenciales en condiciones seguras, para ser coherentes con la exigencia que se ha mantenido de que las clases sean presenciales, y piden filtros, protocolos y control de temperatura.

Sin embargo, por una parte la realidad muestra que la presencialidad en los exámenes no conlleva que la docencia lo sea, tal y como muestra el caso de las universidades catalanas y andaluzas y los cientos de grados y másteres en universidades de todo el Estado cuyas clases han sido online y sin embargo los exámenes son presenciales.

Por otra parte, los y las compañeras que formamos parte de Contracorriente tenemos claro que las condiciones de esta evaluación contradicen completamente los protocolos y restricciones anti covid que las propias universidades habían establecido. Medidas que muchas veces buscaban más recortar servicios básicos como las bibliotecas y atacar la autoorganización y derechos estudiantiles que combatir al virus, tal y como hemos denunciado anteriormente; pero que no parecen tener importancia cuando se trata de examinarnos y ponernos nota.

Sin embargo, aunque protocolos de seguridad y filtros sean necesarios, hay otras cuestiones estructurales de la universidad que se hace obligatorio atacar si queremos exámenes y docencia en condiciones dignas y centrados en el aprendizaje, como una mayor contratación de personal docente y no docente frente a la precarización creciente del personal de la universidad. Pero además, es fundamental que seamos el estudiantado y el personal docente y no docente los que tengamos decisión sobre estas cuestiones, y no rectorados ajenos a nuestras necesidades, que si implantan nuevos protocolos de seguridad seguirán priorizando atacar el movimiento estudiantil y garantizar su modelo de evaluaciones segregador por encima de nuestra seguridad y nuestro aprendizaje.

Por ello apoyamos la lucha de miles de estudiantes por no arriesgarse a contagiarse por hacer un examen presencial y exigir una alternativa. No consideramos que los exámenes online tal y como mostró la experiencia de la evaluación pasada sean una buena opción, debido a la brecha digital, a los métodos que emplean para evitar que se copie que acaban haciendo los exámenes cada vez más difíciles mientras nos meten cámaras en casa. De hecho consideramos que esta debería ser una ocasión para cuestionar los exámenes como sistema, pero en cualquier caso las alternativas de evaluación deben ser discutidas y decididas por los y las estudiantes en discusión con sus profesores en cada clase.

Lo que sí era un acuerdo del conjunto de la asamblea es que la universidad es totalmente antidemocrática y las decisiones se están tomando a nuestras espaldas. Resolver esta crisis pasa por abrir este debate y que las y los estudiantes podamos elegir democráticamente cómo queremos que nos evalúen.

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Pero esto solo lo vamos a conseguir mediante la autoorganización y lucha estudiantiles. Los escritos y las quejas, a pesar de la repercusión en redes y en prensa, han sido ignorados. Rectores, consejeros de educación y el propio Ministerio de universidad del gobierno PSOE-Unidas Podemos lo han dejado claro: los exámenes presenciales siguen adelante como hasta ahora.

Esto pasa porque no pueden garantizar una alternativa de evaluación a los exámenes presenciales que cumpla con los criterios establecidos por las agencias de calificación -como la ANECA- dirigidas por empresarios y la casta universitaria de rectores y decanos. Prefieren poner en riesgo nuestra salud que cuestionar sus normas de evaluación.

Lo que queremos decir es que frenar los exámenes presenciales supone atacar uno de los pilares de la universidad, cuyo objetivo es calificarnos para el mercado laboral, y por tanto la resistencia del sistema universitario será muy fuerte y requiere de una respuesta a la altura.

Para que se escuchen nuestras reivindicaciones es necesario organizarnos y movilizarnos, tanto para plantar cara a los exámenes presenciales que nos quieren imponer ahora en estas condiciones como para el futuro. Fueron muchas las acciones que se barajaron en la asamblea, concentraciones, acciones en el campus e incluso se llegó a plantear la posibilidad de hacer una huelga de exámenes.

Llamamos al conjunto de estudiantes a plantear el debate sobre el mejor método de evaluación en estas circunstancias entre sus compañeros y compañeras y, entre todas, coordinar un plan de lucha contra los exámenes presenciales sin medidas de seguridad y sin contar con nuestras necesidades. Hacemos también un llamamiento al resto de agrupaciones y asociaciones estudiantiles a organizar asambleas en todas las universidades y discutir y coordinar este plan de lucha.

Estas son las resoluciones principales adoptadas por la asamblea del jueves 14:

1. Dar visibilidad a través de comunicados, vídeos y campañas de redes, señalando a la UAM. Apelar a los medios de comunicación y hacer una denuncia pública.

2. Acciones en el campus: pancartas, diferentes muestras simbólicas de rechazo a los exámenes si estos se desarrollan, posibles actos con medidas de seguridad.

3. Apertura del debate en las clases sobre la huelga de exámenes.

4. Escrito con el que pedir apoyo al profesorado, que también se ha visto desbordado por la situación.

5. Continuar las acciones el siguiente cuatrimestre, así como profundizar el debate sobre alternativas a los exámenes.

6. Llevar las movilizaciones a nivel nacional. Contactar con otras universidades para coordinarnos.

La semana que viene haremos otra asamblea abierta para seguir organizándonos contra estos exámenes presenciales obligatorios que nos imponen desde sus reuniones a puerta cerrada. La convocatoria será pública en nuestra redes, ¡te esperamos!

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